TEMPERAMENTOS
TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU SANTO
Pr
Jorge Bonilla
Judas 1:22 A algunos que
dudan, convencedlos.
Que
es el Carácter
Conjunto de cualidades y circunstancias
por las que una persona o cosa se distingue de las demás, Rasgo de un ser vivo que permite diferenciarlo de otros; puede ser hereditario (si se hereda
genéticamente) o adquirido (si no se
hereda)
Que es el Temperamento
Es la particularidad y fuerza individual de los
afectos psíquicos y de la estructura dominante de humor y motivación de una
persona. Proviene del latín temperamentum: ‘medida’. Es la
manera natural con que un ser humano interactúa con el entorno.
Que es la personalidad
Es el conjunto de actitudes y estilo de comportamiento que
caracterizan a una persona y permiten distinguirla de todas las demás.
HOMBRES
TRANSFORMADOS EN SUS TEMPERAMENTOS EN LA BIBLIA
PEDRO: (Un sanguíneo lleno del Espíritu).
Hch.4:8
1. El “sociable”
Buenas cualidades: amistoso, caluroso, entusiasta, compasivo
Debe tener cuidado con... ser inestable, inquieto, superficial, exagerado, no tener convicciones
Personajes bíblicos: Pedro, Absalón, Bernabé
Buenas cualidades: amistoso, caluroso, entusiasta, compasivo
Debe tener cuidado con... ser inestable, inquieto, superficial, exagerado, no tener convicciones
Personajes bíblicos: Pedro, Absalón, Bernabé
PABLO: (Un colérico lleno del Espíritu).
Quien las
escrituras lo registra en Hechos 8:1 como uno que consentía en la
muerte de Esteban, el primer mártir cristiano, pero que en el capítulo 9:1 lo hayamos respirando
amenazas y muerte contra los discípulos. Lo vemos como fue transformada en forma dramática de su conducta
luego de su conversión, siendo usado por Dios para llevar a muchos al
conocimiento de Jesucristo. Y después perseguido aún por los mismos judíos para
matarle. Hechos 9:23
2. El “resuelto”
Buenas cualidades: determinado,
independiente, líder, decisivo, confiado, dinámico
Deben tener cuidado con...ser
inconsiderado, sarcástico, orgulloso, sin tacto, inflexible
Personajes bíblicos: Pablo, Faraón
MOISÉS Y TOMÁS (Melancólicos llenos del Espíritu Santo)
Dios los trató destruyendo así sus limitaciones principal
que son su incredulidad y pesimismo.
3. El “analítico”
Buenas cualidades: leal, sensitivo, idealista, sacrificado, sincero
Debe tener cuidado con... ser pesimista, depresivo, vengativo,
perfeccionista, criticón
Personajes bíblicos: Moisés, Jacob, Elías, Jeremías, Isaías, Tomás
ABRAHAM: (Un flemático lleno del Espíritu Santo).
Fue muy tranquilo y bonachón y el
temor dominó casi toda su vida y en algunas ocasiones lo lleno de cobardía pero
su temperamento fue una transformación de tal manera que Gal 3:6 Así
Abraham creyó a Dios, y le fue contado
por justicia.
4.
El “constante”
Buenas
cualidades: tranquilo, pacífico, diplomático, eficiente, fiable
Debe tener cuidado con... ser obstinado, indeciso, blando frente al error
Personajes bíblicos: Noé, Abraham, Samuel y Natanael.
Debe tener cuidado con... ser obstinado, indeciso, blando frente al error
Personajes bíblicos: Noé, Abraham, Samuel y Natanael.
El
sanguíneo y el colérico son extrovertidos,
por tanto tienden a ser iracundos, mientras que el flemático y el melancólico
tienden a ser temerosos por ser introvertidos.
Pero como
la mayoría de las personas tienen una combinación de temperamentos,
generalmente hay una predisposición a las dos debilidades.
QUE
ES LO QUE APAGA Y CONTRISTA EL ESPÍRITU SANTO?
La ira entristece al Espíritu Santo y el temor lo apaga.
LA
IRA: mal genio. La ira o rabia es una emoción que se expresa con la amargura, malicia, gritería, envidia,
resentimiento, intolerancia, crítica, venganza, odio, disensiones, celos,
agresión, habladurías, sarcasmo(pulla), implacabilidad (encarnizamiento). Cuyo
efecto incluyen aumento del ritmo cardíaco, presión
sanguínea. “Si vamos a enojarnos y no pecar, podemos
enojarnos solamente contra el pecado”.
La ira es también una “emoción excesiva, pasión
incitada por un sentido de daño o injusticia;” este daño puede ser hacia
nosotros o hacia alguien más. Bíblicamente, la ira es una energía interna dada
por Dios con la intención de ayudarnos a resolver problemas. En el Nuevo Testamento son
usadas dos palabras griegas para la palabra “ira.” Una (orge) significa “pasión, energía;”
la otra (thumos) que significa “agitado, ebullición.”
Ejemplos de ira bíblica incluyen la confrontación de Pablo con Pedro, por su mal
ejemplo en Gálatas 2:11-14. David,
disgustado al escuchar al profeta Natán compartirle una injusticia 2Samuel 12, y Jesús airado por la
manera en que algunos judíos habían corrompido la adoración en el templo de
Dios en Jerusalén Juan 2:13-18.
Estas “iras” NO involucraron la auto-defensa, sino la defensa de otros, o de un
principio.
LA
IRA PROVOCADA
Gen 27:44
y mora con él algunos días, hasta
que el enojo de tu hermano se mitigue;
Gen
27:45 hasta que se aplaque la ira de tu hermano
contra ti, y olvide lo que le has
hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de vosotros ambos en un
día?
¿Cuál es la principal causa del
enojo?:
ü Cuando estamos enojados es porque
alguien violó nuestros derechos.
ü Cuando sentimos
amargura contra alguien es porque nos ha perjudicado o no
conseguimos lo que deseamos. La raíz es el egoísmo.
¿Qué nos aconseja la palabra de Dios?
ü Sea tardo para la ira (Stg. 1.19-21)
ü No se ponga el sol sobre
nuestro enojo (Ef. 4.26, 27).
ü Una persona con ira está
abierta al juicio (Mt. 5.22)
Hay tres cosas que podemos hacer con nuestra
ira:
Podemos expresarla.
Cuando
la ira está fuera de
control, hace gran daño. Cuando nos enojamos tanto que deseamos arremeter
contra alguien y herirlo, estamos cometiendo un gran pecado. Eso se llama “perder el control”. A veces
pensamos que demostramos lo fuerte que somos cuando nos descontrolamos, pero
perder el control es señal de debilidad, no de fuerza. La Biblia dice: No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el
seno de los necios (Eclesiastés 7:9).
Podemos suprimirla.
Suprimir la ira es guardársela adentro. Hay
personas que se enojan y expresan su furia abiertamente. Otras tienen los
mismos sentimientos de ira, pero logran guardarlos dentro de sí.
La ira que se guarda o se mantiene encerrada dentro
de nosotros, nos hiere y continúa hiriéndonos. Se convierte en resentimiento y
amargura y puede causar una depresión o también muchas clases de enfermedades
físicas.
Amos 1:11 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque persiguió a espada a su
hermano, y violó todo afecto
natural; y en su furor le ha robado
siempre, y perpetuamente ha guardado
el rencor.
2Sa 13:22 Absalón, por su parte, no le dirigía la
palabra a Amnón, pues lo odiaba por haber violado a su hermana Tamar.
2Sa 13:23 Pasados dos años, Absalón convidó a todos
los hijos del rey a un banquete en Baal Jazor, cerca de la frontera de
Efraín, donde sus hombres estaban esquilando ovejas.
|
Podemos confesarla.
La mejor manera de tratar con los sentimientos de enojo, es
hablar con Dios acerca de ellos. Ésta es una buena forma de desahogarse sin
pecar. Dios nos conoce mejor que nos conocemos a nosotros mismos y siempre será
comprensivo con nosotros.
El sólo estar en la presencia de Dios nos ayuda a
calmarnos. También nos ayuda a ver las cosas en su perspectiva correcta. Muchas
veces nos damos cuenta de que lo que nos molestaba tanto, en realidad no era
tan importante. Levítico 5:5 Cuando pecare en alguna de
estas cosas, confesará aquello en que
pecó,
VICTORIA SOBRE LA IRA:
Antes que nada, la ira no siempre es pecado. Dios
está airado todo el tiempo Salmos 7:11; Marcos 3:5, y a los creyentes se les
permite estar airados (Efesios 4:26).
CUANDO la ira se vuelve pecado?
ü
Cuando es motivada por el egoísmo Santiago 1:20
ü
Cuando el objetivo de Dios es distorsionado 1Corintios 10:31
ü
Cuando se deja que la ira persista. 1Corintios 10:31
ü
Cuando el airado rehúsa ser tranquilizado, guarda
rencor, o lo guarda todo en su interior Efesios
4:26-27. Esto puede causar depresión e irritabilidad ante cualquier objeto,
con frecuencia y es la persona quien es atacada en su lugar.
ü
Cuando se le permite desbordarse sin restricción,
dando como resultado un escenario en el que todos a su alrededor resultan
lastimados Proverbios 29:11, dejando
devastación a su camino, usualmente con consecuencias irreparables.
Efesios 4:15 dice que
debemos hablar la verdad en amor y usar nuestras palabras para edificar a
otros, y no permitir que salgan de nuestra boca palabras corrompidas o
destructivas 4:29. Porque éstas se
convierten en un veneno mortal Romanos 3:13-14.
Debemos Buscar la Causa del
Mal Genio
Aunque confesemos
fielmente nuestro pecado a Dios cada vez que perdemos el control, seguimos
teniendo un problema. El problema es que seguimos haciendo la misma cosa vez
tras vez. Perdemos el control y lo confesamos. Después perdemos el control de
nuevo y de nuevo lo confesamos. Y hacemos lo mismo una y otra vez. No importa
cuánto nos esforcemos, seguimos perdiendo el control.
¿Hay algún remedio
para este problema? ¡Sí, lo hay! Lo primero que debemos hacer es descubrir qué es lo
que nos causa esa pérdida de control.
La Biblia no dice mucho sobre el mal
genio. La razón es que la Biblia se preocupa por la raíz que causa el mal
genio, y no sólo por el mal genio en sí.
¿Cuál es la raíz del mal genio? ¡Es el YO! Ésto es lo que produce
el mal genio. Cada vez que el mal genio se expresa exteriormente podemos estar
seguros de que hay un “YO” enojado por dentro.
Podemos esforzarnos mucho en controlar nuestro mal genio pero a menos que nos
enfrentemos con el “YO”, seguiremos enojándonos
y descontrolándonos.
Veamos algunas
situaciones que producen el mal genio para que podamos ver más claramente que
el YO es la causa real de nuestro mal temperamento.•
Alguien nos desprecia. Ser menospreciado o
rebajado por los demás, es una de las causas más comunes del enojo. Alguien
dice algo desagradable o hiriente acerca de nosotros, y nos enojamos por
dentro. Nuestro orgullo ha sido herido. Esto es sólo una de las muchas formas
del YO.
• No
podemos salirnos con la nuestra. Somos obstinados y decididos a salirnos con la nuestra. Cuando alguien se nos
opone y no podemos hacer lo que queremos, tal vez nos
ponemos de mal humor, de mala cara o damos rienda suelta a nuestra ira. ¿Cuál
es la causa real de este mal genio? Es el YO.
• Otra
persona recibe más honores que nosotros Nos gusta que los demás nos respeten y
admiren. Por esta razón nos ponemos celosos de otras personas cuando tienen éxito. Los celos se transforman pronto en ira cuando
alguien obtiene el empleo o el honor que nosotros deseábamos. Nuevamente la
causa real de estos sentimientos malos es el YO.
Estas son sólo unas
pocas situaciones que producen el mal genio, pero nos demuestran que la raíz
que causa ese temperamento es el YO. Puede ser que no nos demos cuenta, pero la
razón principal de todo nuestro descontento es que nos amamos a nosotros mismos
y queremos agradarnos. Mientras sigamos haciendo de nosotros mismos el centro
de todo, reaccionaremos con ira cuando cualquier persona se nos oponga.
En resumen, el mal genio
proviene del ser interno. Proviene del YO. Y hasta que no se trate el problema
del YO, el problema del mal genio no será resuelto.
Hay una
parte de mi ser interno que debo aceptar y un YO que debo negar. Debo aceptarme a mí mismo como una persona única
y especial que Dios ha creado. Pero debo negar ese YO, que produce una vida egoísta y pecadora
que produce la carne.
El Remedio de Dios para el Yo
Porque el YO es tan desagradable a Dios y tan destructivo para nosotros, Dios
hizo algo al respecto.
1Co 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo
Jesús, el cual nos ha sido hecho por
Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
¿Qué es lo que hizo Dios
respecto al YO? Dios trató con el YO colocándonos en Cristo en la cruz. Cuando
Cristo fue crucificado, nosotros fuimos crucificados con Él.
¿Por qué Dios nos
crucificó con Cristo? Nos crucificó con Cristo para que pudiéramos dejar de ser
controlados por el YO. La Biblia dice:
Sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre (el YO anterior) fue crucificado juntamente con él, para
que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado
(Romanos 6:6).
Dos realidades grandes y
verdaderas para cada cristiano son:
(1) Cristo murió por nosotros, y (2) nosotros morimos por Cristo.
Gal 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por
mí.
Porque los que hemos
muerto al pecado (incluyendo el mal genio), ¿cómo viviremos aún en él? (Romanos
6:2).
Pasos Prácticos que Debemos Dar
Hemos visto que la raíz que causa el mal genio es el YO, y hemos visto como Dios trata
con él. Ahora veamos algunos pasos prácticos que debemos dar:
Debemos
reconocer nuestra necesidad.
Mucha gente cuando se enoja,
simplemente no reconoce su enojo. Dicen: “¡No estoy enojado!” Otros aceptan que tienen mal genio, pero no lo ven como un
pecado serio.
En realidad el mal genio
es uno de los pecados peores. La Biblia coloca la ira descontrolada junto con
pecados como embriaguez, hechicería, adulterio y asesinato. (Gálatas 5:19– 21). El mal genio simplemente no es
aceptable en la vida de un cristiano. La Biblia dice:
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia (Efesios 4:31).
A menos que veamos la
gravedad del mal genio y nos propongamos librarnos de él, no lo venceremos. Si
nos conformamos en seguir como hasta hoy, no sabremos nada de la victoria de
Dios sobre el pecado de la ira.
Debemos aceptar la responsabilidad por nuestro mal genio.
Es muy fácil disculparnos echándole
la culpa a otra persona por nuestro mal genio. Decimos, “Si fulano no me hubiera
hablado en esa forma, no me habría descontrolado”. En otras palabras,
pensamos que el mal genio es un problema externo, causado por algo que viene de
afuera.
Debemos
contar con nuestra muerte con Cristo.
Dios nos ha dicho claramente que El nos ha librado del poder del pecado y del YO
por medio de nuestra muerte con Cristo. El nos dice que debemos contar con
estas grandes realidades. La Biblia dice:
Así también vosotros
consideraos muertos al pecado (incluyendo el pecado del mal genio), pero vivos
para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 6:11).
Debemos poner en práctica las verdades
de Dios. Cuando nos demos cuenta de que nos estamos enojando, podemos decir: “¡Un momento!
No me estoy comportando como la persona que realmente soy. Ya no soy la persona
que era antes. Mi antiguo y enojado “YO” fue crucificado con Cristo. No tengo
que ceder a mi mal genio nunca más. Soy una nueva criatura en Cristo. Cristo
vive en mí. El es mi vida”.
Debemos negarnos al YO.
Que perdamos o no el control del
enojo, no se determina por lo que suceda exteriormente. Eso se determina por
quien está controlando nuestro ser interno.
Ø
Sólo Cristo tiene el derecho de dirigir nuestra vida, pero el YO
aún intenta gobernarnos. Cada cristiano debe elegir si será gobernado por
Cristo o por el YO.
Ø
El propósito de Dios es que Cristo reine en el trono de tu corazón.
Para que El pueda reinar, el YO debe quedarse en el lugar de muerte en la cruz.
Ø
Una cosa es comprender la enseñanza de que fuimos crucificados
con Cristo. Es otra cosa el poner esto en práctica y realmente negarnos al YO.
Pero ésto es lo que debemos hacer. Jesús dijo:
Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame (Lucas
9:23).
Ø
Para vencer el mal genio, debemos negar al YO. ¿Qué significa
negar al YO? Significa escoger la voluntad de Dios en lugar de la mía. Negar al
YO es como decir: “No insisto en salirme con la mía. Acepto
el plan de Dios”.
Ø
El mundo dice: “Preocúpate por ti mismo”, pero Jesús dice: “niégate
a ti mismo”. Nunca podremos controlar el temperamento a menos que le
entreguemos a Dios nuestra voluntad y escojamos la de Él.
Con el tiempo veremos
que el Señor nos permitirá pasar por muchas situaciones en las que seremos
despreciados, maltratados o molestos. Ésta es la manera en que Dios trata con
el “YO” y con nuestro mal genio. El propósito de
Dios en todas estas circunstancias es que aprendamos a tener paciencia y a
negarnos a nosotros mismos, permitiendo de buena gana que Dios haga lo que
quiere en nuestra vida.
Como vamos a ser probados por Dios?
Cuando alguien te hace esperar por mucho tiempo, no tienes que enojarte. Puedes
decir: “Señor,
Tú sabes que necesito aprender a tener paciencia. Tú estás al control de mis
circunstancias y has permitido ésto para enseñarme a ser más paciente”.
Cuando alguien dice o hace algo que hiere tu orgullo, tampoco debes enojarte.
Puedes decir: “Señor,
Tú sabes lo orgulloso que soy. Te doy gracias por tratar conmigo en cuanto a mi
orgullo pecaminoso”.
Cuando otros no hacen lo que tú
quieres y no puedes salirte con la tuya, ésta es la oportunidad para morir al
YO. Puedes decir: “Señor, siempre quiero
salirme con la mía, pero Tú sabes lo que es mejor para mí. Acepto Tu voluntad”.
En cualquier situación que el Señor
disponga para nosotros, podemos decir: “Señor, ésto es lo que Tú has
dispuesto para mí y es Tu manera de tratar con mi vida egoísta y con mi mal
genio. Acepto todo ésto de Ti y te doy gracias por ello”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario